J.D.Salinger

¿Sabes lo que me gustaría ser? ¿Sabes lo que me gustaría ser de verdad si pudiera elegir? (...) Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándolos. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él. En cuanto empiezan a correr sin mirar adónde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno. Te parecerá una tontería pero es lo único que de verdad me gustaría hacer. Sé que es una locura.

Helmut Newton

Helmut Newton

lunes, 18 de junio de 2012

Mark Rothko

Los hijos de nieve del invierno han venido a despertarnos con bolazos de barro en el rostro. Llevaban varias mañanas de domingo despiertos, solos, dando vueltas por la casa vacía en busca de algo que se moviera. El suelo del salón está cubierto de puré de guisantes y jirones de papel de pared. Mis hijos de nieve pintan anocheceres en el barro. Mis hijos de nieve pierden los brazos cuando se ponen a pintar y luego lo destrozan todo con los dientes y guardan una sola mano para los bolazos. Las tardes de domingo cojo mi arma y me marcho dejando a mis hijos mancos con una sola mano para merendar. A la vuelta no preguntan porque sospechan que su padre ha matado con sus propias manos, las mismas que ellos ya han perdido por el mero hecho de existir. El fusil solo existe para equivocar a los hijos, para hacerles creer que se puede matar con un solo dedo. Ocultaré a mis hijos de nieve todo lo necesario, hasta que crezcan y olviden que existen los paisajes de negro sobre negro.

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