J.D.Salinger

¿Sabes lo que me gustaría ser? ¿Sabes lo que me gustaría ser de verdad si pudiera elegir? (...) Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándolos. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él. En cuanto empiezan a correr sin mirar adónde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno. Te parecerá una tontería pero es lo único que de verdad me gustaría hacer. Sé que es una locura.

Helmut Newton

Helmut Newton

viernes, 24 de diciembre de 2010

XIII. JEAN-LUC GODARD


Leo en una revista cultural una larga entrevista que Jean-Luc Godard concede desde su casa de Rolle (Suiza) a la revista Les Inrockuptibles a propósito del estreno de su película Film Socialisme.

Después de leer esta entrevista voy a intentar ver todas sus películas, aún a riesgo de aburrirme un montón. Por el momento solo he visto Al final de la escapada (1960) unas 10 o 12 veces.

1. "... el derecho de cita apenas existe en el cine. En literatura se puede citar extensamente. En el libro sobre Henry Miller que escribió Norman Mailer hay un 80% de Miller y un 20% de Mailer. En la ciencia, ningún científico paga derechos por utilizar la fórmula elaborada por un colega. Esto es un derecho asumido que en el cine, sin embargo, no existe. El derecho de autor realmente no tiene razón de ser. Yo no tengo derechos. Al contrario, tengo deberes".

2. "P: Su película se sube a la red al mismo tiempo que se estrena en las salas...
R: La idea no es mía. El hecho de que Film Socialisme esté en Internet (sólo para Francia) es una idea del distribuidor. Ellos han aportado el dinero para la película, así que hago lo que me piden. Si hubiera dependido de mí, yo no la hubiera estrenado de esta manera. Hemos tardado cuatro años en hacer la película. Yo creo que la película se debería haber beneficiado de la misma generosidad en la distribución que tuvo en la duración de su rodaje.
P: ¿Qué quiere decir exactamente?
R: A mí me hubiera gustado que contratáramos a una pareja, a un chico y una chica que estuvieran vinculados al cine, con ganas de mostrar cosas, el tipo de jóvenes que te encuentras en los pequeños festivales. Se les da una copia en DVD de la película y, luego, se les pide que asistan a un curso de paracaidismo. Entonces, señalamos al azar algunos puntos en el mapa de Francia y ellos se tiran en paracaídas a esos lugares. Su misión consistiría en proyectar la película en el lugar donde aterricen. En un café, en un hotel... tendrían que apañárselas como puedan. El precio de la sesión podría ser 3 o 4 euros, no más. Además, hubieran podido filmar su aventura y venderla después".

3. "P: La crisis griega resuena con fuerza en su película...
R: Deberíamos darle las gracias a Grecia. Occidente es quien está en deuda con Grecia. La filosofía, la democracia, la tragedia... Siempre olvidamos las relaciones entre democracia y tragedia. (...) El mundo tecnólógico en el que vivimos se lo debe todo a Grecia. (...) Así que todo el mundo le debe dinero a Grecia hoy en día. Podría reclamar millones de millones en concepto de derechos de autor al mundo contemporáneo y sería lógico dárselos. Sin dilación".

4. "... algunas veces las cosas se ven más claras cuando van a peor. Cuando Chirac se encontró en segunda ronda con Le Pen yo creo que la izquierda debería haberse abstenido y no votar a Chirac. Es mejor dejar que llegue lo peor. Porque en ese momento, hace falta reflexionar".

5. "Yo no creo en el concepto de una obra . Hay obras, se producen algunas nuevas, pero la obra en su conjunto, la gran obra, es algo que no me interesa. Prefiero hablar de un camino. En mi trayectoria hay altos y bajos, hay tentativas... He puesto mucha paja. Lo más difícil de este mundo es decirle a un amigo que lo que ha hecho no es muy bueno. A mí me ha faltado ese amigo".

sábado, 18 de diciembre de 2010

El sol se levanta como una hogaza de oro sobre Pfeiffer beach.
La roca enhebra la luz por donde anidan los cormoranes.
Yavé me ha revelado en sueños el advenimiento de la ola perfecta.
La arena es inconclusa, como los hijos de Abrán.
Tengo unas pocas horas para aprender el arte del surf.

¿Qué hacer con las profecías cuando eres torpe y la luz irrepetible?

martes, 7 de diciembre de 2010


El sueño avanza por cada minuto de vigilia como un surtidor abierto taponado con algodones. Me aburre la perspectiva de dormir. Estoy esperando en casa la visita del delirio. La lluvia suena allá fuera como la canción de un coro de peces voladores. Cada pez nada o vuela sientiéndose el bendecido de Dios, pero Dios solo da pulmones a los anfibios.

Estaré recluido en casa hasta que la vida amordazada llegue a su fin.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Calafateador. Francisco Neiro


Decido un pequeño homenaje sobre la marcha a todos los escultores del mundo, mi profesión más envidiada. Leo en el periódico que cierra el Chillida Leku, donde peregriné para huir de los pasos con Cristos y apóstoles lastimosos en una Pascua desastrosa de hace ya algunos años. Me entristezco porque caduca para el mundo la escultura de lo invisible, de lo inservible. Llueve esta tarde en Madrid. En mi buhardilla no hay espacio para la piedra, no hay un horno con que soldar, no tengo hachas con las que rebuscar en la madera. Solo tengo periódicos con los que no manchar el suelo, ahora que tengo la nuca húmeda, ahora que mi mente rezuma gotas negras de mercurio. Salgo a la calle donde los cláxon amamantan a las multitudes. Paseo buscando galerías, templos paganos. Durante una hora camino entre titanes de madera de pino mediterráneo, bailaoras, calafateadores pintados por la mano de Leiro, y luego en la calle otra vez, de nuevo abandonado por la madera, camino entre los charcos pensando en invadir los arrozales. Un taller donde dormir, un taller donde ocultarme, un taller donde despertar con toda esa masa pagana mirándome, como un dios-fauno feo, terrible, de las fuentes y los caudales. Y mientras camino de vuelta a casa, otra vez los cláxon... "Esta brumosa mañana de invierno / no desprecies la joya verde entre las ramas / sólo porque es la luz del semáforo".
Et in Arcadia ego.