
Voy a contarte ahora lo que va a ocurrir:
han tapizado las avenidas con cepos y con monte bajo
y siempre que ves la ciudad en flor tú quieres descalzarte
porque crees en los regalos del viento,
pero yo se que el viento no ancla las ramas a la piedra,
yo se que estas son huellas de tierra removida
con círculos y engaños,
los que llamaremos más adelante "los exterminadores"
quieren entrar en nuestras vidas.
Vamos a consentir que nuestra sangre gotee sobre el asfalto, sí,
como quien permite a los niños salir a jugar al patio
en mitad de una guerra.
Vamos a pintar de rosa todos los pasos de cebra
y luego quedaran los coágulos cuando el tiempo melle la aventura,
y al menos dirán a sus nietos:
definitivamente eran gente de mal gusto.
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