
Los banqueros se han hecho fuertes y engullen los marrón-glacés del minibar mientras yo paso la tarde desértica en el porche tarareando canciones de inspiración guerrillera en calzoncillos.
Los banqueros llevan ropa interior larga de algodón, como el que escapa por la ventana del saloon cuando le han acribillado la puta a balazos. Alguien les ha tirado la puerta abajo y se han escapado por la ventana, indignos pero con vida, y la puta eramos nosotros, que habíamos puesto empeño en joder como Dios manda, por si al caballero otro día le daba por repetir, y ahora no volveremos a hacer el amor en la habitación del desvigo de nuestras madres, que era tranquila y silenciosa.
Los banqueros se han bebido todo el whisky, con excelentes modales, y luego han meado en los abrevaderos de todo el pueblo para que nosotros que queremos a nuestro caballo, nos lo llevemos a buscar agua a los desfiladeros.
Los banqueros tienen el oro, y el ferrocarril, y las pieles, y el petróleo que empieza a manar de la tierra como un vino dulce de algas, pero ahora los tenemos en calzoncillos corriendo por entre los tejados, y el pastor está durmiendo y nos perdonará los pecados, ¡por el amor de Dios!
Nos hemos dejado los Colt en algún paragüero olvidado. Otras dos décadas practicando los domingos con los cáctus de la finca.
Otros veinte años de generaciones sin cojones ni pecados significativos.
http://www.youtube.com/watch?v=o-zNepTdkFM
ResponderEliminarSi te caes amigo no me rio de ti
ResponderEliminarme paso la misma cosa a mi