
SERGI PÁMIES:
Dice que (...) la desesperación es elegante. ¿Aún hoy?
ENRIQUE VILA-MATAS:
Mi idea era la de ser artista. Y creía que para ser un artista como dios manda había que vestir de negro, estar siempre desesperado, ser delgado y leer a Lautréamont en las terrazas de los cafés. Alimenté este equívoco durante años hasta que me dí cuenta de que la alegría también existe. Es una ironía acerca de tantos jóvenes malditos, aunque no contra ellos, porque todavía los admiro. Pero yo he perdido bastante contacto con la delgadez y me acerco más a la figura de novelista gordo. Lo cual tampoco está mal, porque yo diría que los novelistas tienen que ser gordos y los poetas delgados. Parece que la flacura está más relacionada con lo poético y lo espiritual, ¿no? No sé, vaya usted a saber. Igual es al contrario.
Entrevista a Enrique Vila-Matas.
BABELIA 18-10-2003
tu versión mejorada y en femenino anda por aquí: http://desconvencida.blogspot.com/2009/04/jeanne-modi.html
ResponderEliminarMola, pero lo mio es más un pudridero que un museo...
ResponderEliminarmi boca huele como tu blog
ResponderEliminar