
13th Floor Elevators, grupo de rock psicodélico, contó entre sus filas con el primer gran maestro del jarrón eléctrico, Tommy Hall. Todos hemos aprendido en la infancia a hacer música con el cuello de las botellas, pero sólo Tommy Hall hizo de ello su leit motiv. En realidad el jarrón eléctrico no fue un instrumento de diseño específico, lo único que Tommy Hall tenía que hacer era sujetar un micrófono con la mano junto a la boca con la que soplaba en el interior de un jarrón.
Entre el 1 de enero de 1966 y el 31 de diciembre de 1970, los años de mayor éxito de la banda, se estima que Tommy Hall tomó ácido lisérgico en 317 ocasiones. Se vanagloriaba de no coger nunca el instrumento sin ponerse de ácido y lo cierto es que se le considera uno de los grandes usuarios de LSD de la historia de Norteamérica. Por lo demás Tommy Hall se encuentra en estos momentos finalizando un libro sobre un supuesto modelo divino en la conformación del Sistema Solar. Hay biografías que quizá nunca serán escritas y que, por lo menos, merecerían una reseña.
gran descubrimiento, para mí era algo de beatbox sesentero pero el toque de la botella de anis del mono es increible. ese libro me recuerda a la ida de olla que tuvo Poe con el universo en "Eureka" y que hundió su reputación
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