J.D.Salinger

¿Sabes lo que me gustaría ser? ¿Sabes lo que me gustaría ser de verdad si pudiera elegir? (...) Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándolos. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él. En cuanto empiezan a correr sin mirar adónde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno. Te parecerá una tontería pero es lo único que de verdad me gustaría hacer. Sé que es una locura.

Helmut Newton

Helmut Newton

jueves, 23 de septiembre de 2010


Veo la fotografía de la nueva prosa joven catalana sentada en los escalones de madera de alguna biblioteca antigua y parecen monologuistas del club de la comedia. Ahora se ponen nombres a las generaciones para quitarles importancia, nombres de marcas de ultramarinos. Les ponen nombres imbéciles para no nombrar lo imbéciles que resultan. Las generaciones antiguas también tenían mucho de corporativistas, pero algunos se reunían en los cafés y se sajaban las tripas a machetazos o se robaban las novias los unos a los otros para luego reconocerse misóginos cuando no homosexuales. Se dice en el artículo adosado a la tal fotografía: "no se leen entre ellos, no se conocen, dialogan más con los autores muertos y en cambio eso es muy necesario para ver qué hace tu lengua, para intercambiar elementos de la cocina de cada autor: ver quién busca qué y por qué y qué pretendía con ello". En resumidas cuentas: Las generaciones cada vez menos verdaderas, cada vez más aburridas, resultan cada vez más convenientes para el conjunto editorial.

Los editores son el segundo pedazo de mierda más grande de este jodido mundo... después de los escritores. Porque ante el constante ninguneo que los escritores sin libro reciben por parte de los cose-folios, y estamos hablando de gente que escribe bien de verdad, éstos responden con verdadera ilusión, con verdadero "masoquismo de autor", al ver su obra consagrada por fin en la editorial de turno con cuarenta imbéciles más que en lugar de buscar nuevas vías de distribución literaria, se conforman con las antiguas que ya cayeron en manos de los proxenetas, estos organizadores de orgías literarias donde todo es vergüenza y timidez y flacidez, donde no hay estancias para la intimidad de cada uno, donde no se jode como es debido a pesar de la indecencia, porque todos somos, en el fondo, hijos bastardos de la vieja literatura, pero además hijos fallidos, hijos pródigos que ni siquiera vuelven a casa de vez en cuando para discutir.

3 comentarios:

  1. De acuerdo, como casi siempre, creo que no he leido nunca a un chaval, ni siquiera a Rimbaud. Pero no por nada, es que se me hacen viejos todos los demás a marchas forzadas y se me mueren como Thompson o Ballard. Pero lo que de verdad me obsesiona por tu culpa...Houellebeck escrito por Arrabal??????? A quién hay que matar para conseguirlo!!!

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  2. Jaja... supongo que a Arrabal; prometo conseguirtelo!

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  3. Pero a Arrabal no pienso matarlo... me cae demasiado bien, buscare en las bibliotecas y librerias de medio mundo, tan solo

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